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Con los dedos: Es muy posible que se alcance el orgasmo, siempre y cuando el deseo y la lubricación estén presentes, y por tanto que una humedad local ayude a ejercer unas caricias suaves. Cuidado: si el medio está seco, el clítoris, al ser extremadamente sensible, puede sufrir. Con los labios: Son muy apreciados para las caricias clitoridianas. Efectivamente, pueden ejercer un efecto de presión negativa de tipo succión que puede estimular de manera muy eficaz a los captadores de placer. La ventaja es que este tipo de movimiento también estimula al tronco del clítoris en profundidad. Con la lengua: Suele ser considerado como la mejor manera de estimular al clítoris. Simplemente porque es suave, activo y húmedo, al mismo tiempo. De esta manera, muchas mujeres, gracias al cunnilingus, alcanzan el orgasmo. El va-y-ven: Para algunas mujeres, en ciertas posiciones amorosas, el clítoris se ve estimulado o por el frote del pubis o por un estiramiento de los pequeños labios. Y esta estimulación indirecta puede ser importante para que se produzca el orgasmo. El interior de la vagina: También puede ser acariciado. Es un pasaje obligado para el pene, pero también puede hacese con los dedos... Si se cree acariciar el interior de la vagina, se puede estimular las raíces profundas del clítoris. De esta manera, una mujer que se cree totalmente vaginal, podría ser clitoridiana e ignorarlo.