Apasionado, virtuoso, disciplinado… así describe Prodigio Claudio, maestro del cuatro puertorriqueño, a uno de sus más destacados discípulos: Manuel Alejandro Font, joven cuatrista que a su corta edad se ha distinguido por su excelencia como exponente del folclor puertorriqueño. Hijo de Héctor L. Font y de Sonia Hernández, Manuel Alejandro nació en en Hospital Ashford de San Juan. A los pocos días de su alumbramiento, el pequeño Manuel fue trasladado a su cuna adoptiva, la ciudad de Caguas. Allí su afición por el cuatro comenzó a manifestarse a los cinco años al escuchar al músico Pedro Guzmán en una grabación del grupo de nueva trova Haciendo Punto en Otro Son. Atento a los intereses de Manuel, su padre le obsequió un cuatro y lo matriculó en un curso básico. Para sorpresa de sus familiares y amigos, Manuel Alejandro superó las expectativas. En vista de su entrega y dedicación para con la música, en 1994 sus progenitores lo inscribieron en la Rondalla de Puerto Rico. En la agrupación, dirigida por Jorge Camacho Burgos, Manuel se destacó como estudiante aventajado. Desde un principio su progreso fue acelerado. Tanto, que al cumplir los 11 años ya formaba parte del grupo avanzado. Con ellos el joven participó como solista en conciertos, festivales, actividades públicas y privadas. De igual forma visitó programas de radio y televisión. Al cabo de un año como miembro de la Rondalla, Alejandro fue uno de los alumnos que más reconocimientos cosechó. En 1995 recibió la medalla de Superación que otorga la institución. Asimismo recibió un reconocimiento por su asistencia perfecta y además obtuvo premios por su desempeño como solista. Con el respetado grupo de la Rondalla, Alejandro viajó a distintos lugares del mundo para dar a conocer la música típica puertorriqueña. En abril de 1998 asistieron al Vigésimo Festival del Niño en Turquía. En el mismo año se presentó junto a sus compañeros en la Gala Exhibición de Teodoro Vidal celebrada en el Smithsonian Institute en Washington. Un año después se trasladaron a Rusia donde integraron el programa artístico del Festival del Niño en Moscú, Rusia llevado a cabo en el Tschaikowsky Concert. En el 2000 cosecharon aplausos en el 33er Festival Puertorriqueño en Boston, Massachussets. Con la llegada del nuevo siglo, Manuel Alejandro Font se convirtió en el cuatrista puertorriqueño más joven que graba un disco como solista. Tenía 13 años cuando presentó a los medios “Manos de ángel”, título de su primera producción discográfica. Uno de los productores del proyecto fue Prodigio Claudio, quien junto a Jorge Camacho y José Rosario dirigieron su formación para que desarrollara su estilo como cuatrista. El disco está compuesto de melodías que se insertan dentro de ritmos como la guaracha jíbara, el seis chorreao y la mazurca. Algunas de ellas son “Amanecer Borincano – Oubao Moin”, “Preciosa” de Rafael Hernández, “Himno al amor”, “Romance del campesino” de Roberto Cole, “El barrilito”, “Sonata”, “Mano de mano de seis chorreao” e “Isaura” del maestro Ladí. El disco fue escogido entre las 20 producciones más sobresalientes de 2001 por la Fundación Nacional para la Cultura Popular. En promoción de su disco, Manuel Alejandro realizó presentaciones junto a Prodigio Claudio, en el espectáculo Criollísimo. El mismo se presentó en el Teatro Tapia de diciembre a enero del 2001-2002 y en varias ocasiones se presentó en El Hogar Puertorriqueño en Plaza las Américas de 2000-2002. Para ese año participó en el Cuarto Festival del Cuatro en la ciudad de Chicago. Luego fue contratado para participar en las Noches de Bohemia en Bayamón. Poco después en apoyo a las causas sociales, Manuel Alejandro llev ó su talento en e l Encendido del Cáncer en Fortaleza en 2002. Al cumplir los 14 años, el destacado cuatrista lanzó al mercado su segundo disco titulado “Un mundo por delante”. A diferencia de su debut, cuyas obras se concentraban en un repertorio puertorriqueño, la nueva producción contiene temas representativos de distintos países como “Guantanamera” de Cuba, “Plena puertorriqueñas”, “La morena de mi copla” de España, “Ojos chinos” tema que para la década del 90 grabó El Gran Combo de Puerto Rico, “Tico Tico” de Brasil, “El cóndor pasa” de Perú, “El sentimiento de un ángel” de Prodigio Claudio y “Ojalá que llueva café” de República Dominicana, entre otras. En 2003, además de participar en la filmación de la película “Havana Nights” como extra, Manuel Alejandro Font obsequió a sus seguidores con el disco “Manuel Alejandro y Punto”. El título hace alusión a Haciendo Punto en Otro Son, una de las agrupaciones más exitosas de la nueva canción boricua y la que inspiró al joven puertorriqueño a seguir una carrera en el mundo de la música. “A son de cuatro”, como bien dice Manuel en la dedicatoria del disco, el joven puertorriqueño le rinde homenaje a la conocida agrupación interpretando algunas de las canciones que a fines de la década de 1970 consagraron al quinteto. Entre ellas se encuentran “Ensillando mi caballo”, “Verde luz”, “La vida campesina” y “La muralla”. Tirado de prpop.org
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